Coping with Grief
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Domitila López, una amada matriarca y devota católica, falleció pacíficamente el 18 de marzo de 2024, en Longview, Texas, a la edad de 84 años. Nacida el 7 de junio de 1939, en San Juan del Río, Durango, México, hija de Leonires Enríquez Quiñones y María Zolorzano Violante, la vida de Domitila estuvo marcada por la fe, la familia y el amor.
Domitila fue un pilar de fuerza y devoción para su fe católica, encontrando consuelo y comunidad en la Iglesia Católica de San Mateo en Longview. En 2000, emprendió el valiente viaje a los Estados Unidos, donde abrazó su nuevo hogar con resiliencia y gracia.
Entusiasta del canto y la belleza de la naturaleza, Domitila encontraba alegría en cantar y cultivar flores. En su tiempo libre, disfrutaba de los viajes al casino en Shreveport, Louisiana, y participaba en animadas partidas de Bingo.
La vida de Domitila estuvo entrelazada con la de su amado esposo, Francisco Hernández López, con quien estuvo casada durante 68 años hasta su fallecimiento. Juntos, construyeron un legado de amor y familia. Criaron a seis hijos, Gregorio, Manuel, Francisco, Adela, Celia y Marta, y su hogar estaba lleno de risas de treinta y dos nietos y numerosos bisnietos.
En su viaje por la vida, Domitila enfrentó tanto alegría como tristeza. Le precedieron en la muerte su hija, Hilda López, su esposo, sus padres, su nieta, Rocío López, y su sobrino, Miguel Coronado. Aunque su ausencia pesa mucho, su memoria es apreciada por sus hijos sobrevivientes, hijas, nietos, bisnietos y otros queridos miembros de la familia.
Domitila López siempre será recordada por su fe inquebrantable, su amor infinito y el profundo impacto que dejó en todos los que tuvieron la fortuna de conocerla. Que encuentre paz eterna en el abrazo de lo divino, y que su espíritu continúe inspirando a las generaciones por venir.