Coping with Grief
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Maria Estela Deleon, born on November 14, 1956, in the state of San Luis, Mexico, and later a cherished resident of Dallas since the 1970s, passed away peacefully, leaving behind a legacy of love and devotion to her family. She was a beloved wife to Felix Deleon, a loving mother to two children, and a doting grandmother to ten grandchildren.
Maria's life was a testament to her unwavering commitment to family. To her, family was not just a word; it was the very essence of her existence. She found immense joy and purpose in nurturing her family's bonds, creating a warm and loving home where everyone felt welcomed and cherished.
One of Maria's greatest talents was her culinary prowess. She had a true passion for cooking and baking, and her strawberry cake was a beloved favorite among her loved ones. Her kitchen was not just a place of nourishment, but a hub of love and laughter.
As she went about her daily chores, Maria found solace in the traditional sounds of Spanish music, the melodies providing the backdrop to her dedication to maintaining a tidy and harmonious home. Her devotion extended beyond the earthly realm, as she held a deep and abiding love for the Virgin of Guadalupe, finding comfort and strength in her faith.
Maria's vibrant spirit was reflected in her love for bright and lively colors. She added a splash of joy to every aspect of her life, from her wardrobe to her home decor, and her zest for life was infectious.
Maria Estela Deleon's passing leaves a void that cannot be filled, and she will be deeply missed by her family, friends, and all who were fortunate enough to know her. Her memory will forever be a beacon of love, warmth, and devotion.
A visitation to honor Maria's life will be held on Thursday, and on the following day, she will be laid to rest at Calvary Hill, where she will find eternal peace.
Maria's legacy of love and family devotion will live on in the hearts of those she leaves behind. May she rest in eternal peace, knowing that her love continues to shine brightly through the lives she touched.
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María Estela Deleon, nacida el 14 de noviembre de 1956 en el estado de San Luis, México, y posteriormente una querida residente de Dallas desde la década de 1970, falleció en paz, dejando atrás un legado de amor y devoción a su familia. Fue una esposa querida para Félix Deleon, una madre amorosa de dos hijos y una abuela cariñosa de diez nietos.
La vida de María fue un testimonio de su compromiso inquebrantable con la familia. Para ella, la familia no era solo una palabra; era la esencia misma de su existencia. Encontraba una inmensa alegría y propósito en nutrir los lazos de su familia, creando un hogar cálido y amoroso donde todos se sintieran bienvenidos y apreciados.
Uno de los mayores talentos de María fue su destreza culinaria. Tenía una verdadera pasión por cocinar y hornear, y su pastel de fresas era un favorito querido entre sus seres queridos. Su cocina no era solo un lugar de alimentación, sino un centro de amor y risas.
Mientras realizaba sus quehaceres diarios, María encontraba consuelo en los sonidos tradicionales de la música mexicana, las melodías que proporcionaban el telón de fondo para su dedicación a mantener un hogar limpio y armonioso. Su devoción se extendía más allá del plano terrenal, ya que tenía un profundo y duradero amor por la Virgen de Guadalupe, encontrando consuelo y fortaleza en su fe.
El espíritu vibrante de María se reflejaba en su amor por los colores brillantes y vivos. Agregaba un toque de alegría a todos los aspectos de su vida, desde su vestuario hasta la decoración de su hogar, y su entusiasmo por la vida era contagioso.
El fallecimiento de María Estela Deleon deja un vacío que no puede llenarse, y será profundamente extrañada por su familia, amigos y todos los que tuvieron la fortuna de conocerla. Su memoria será para siempre un faro de amor, calidez y devoción.
Se llevará a cabo una visita para honrar la vida de María el jueves, y al día siguiente, será sepultada en el Calvary Hill, donde encontrará la paz eterna.
El legado de María de amor y devoción a la familia vivirá en los corazones de aquellos a quienes deja atrás. Que descanse en paz eterna, sabiendo que su amor continúa brillando intensamente a través de las vidas que tocó.